Desde hace miles de años, el aceite de oliva es universalmente conocido por ser un producto exquisito, delicioso y con una preparación cuidadosa. Muchas personas lo utilizan en la medicina y cosmética debido a sus excelentes beneficios pero además se le saca provecho en el área culinaria.
La preparación parte desde la extracción de la pulpa del fruto y tanto el sabor como la calidad dependen del tipo de oliva. No obstante, el proceso que se lleve a cabo para obtener el preciado líquido también será significativo.
Por lo tanto, las empresas que lo producen y que ofrecen un producto de calidad se toman el tiempo para evaluar grados de acidez y consistencia. Ambas características son de suma importancia en la fase del procesamiento.
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Esto significa que aunque puedan encontrarse diversas marcas de aceite de oliva, no todas serán buenas ni aportarán el verdadero sabor que lo caracteriza.
A fin de evitar tragedias culinarias y disgustos innecesario hay algunos consejos de oro para seleccionar el mejor de todos.
Revisar el etiquetado
Los verdaderos aceites de oliva de calidad están etiquetados con las palabras Oliva Virgen Extra o (AOVE). De esta manera, los usuarios saben que el producto es original y no tiene regulaciones en su sabor.
Ahora bien, es posible encontrarse con presentaciones que tienen etiquetas como Virgen o Suave pero estos no son realmente aceites excelentes. La definición de Virgen Extra es lo que confirma que el artículo es hecho 100 % de olivas selectas.
Tipo de elaboración del aceite
Otro dato clave para identificar un buen producto es saber el tipo de producción. Los aceites de oliva virgen extra de calidad se hacen con primera extracción en frío.
Las compañías que buscan vender un artículo de primera saben que las máquinas tradicionales de prensado generan oxidación en el líquido. Mientras que las modernas de acero inoxidable lo evitan por completo.
Esto significa que el mejor aceite siempre será el que haya tenido una “extracción en frío” y jamás haya pasado por un proceso de prensado.
Picor y sabor
Al probar el aceite este siempre debe tener un picor ligero que se siente en la garganta. Este es ocasionado por los polifenoles que son antioxidantes naturales que se encuentran en la oliva.
Si un producto de este tipo es refinado perderá por completo los componentes que lo hacen tener el ligero picante. Además, el oliva virgen extra debe ser amargoso con un toque de acidez ligero.
Si el líquido envasado no posee ninguno de estos criterios ni produce esa sensación positiva en la garganta, lamentablemente no entran en el top de los mejores.
Envase
Si el envase es deficiente, transparente y poco convincente significa que el aceite no es de una calidad aceptable para consumir.
Los aceites de oliva son sensibles a la luz y oxigenación por ello deben estar resguardados en recipientes oscuros o botellas especiales que eviten que se dañe.
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