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Lucha contra la droga resalta en Cumbre de la ONU

Mientras Venezuela instó este domingo a Colombia a “asumir” las responsabilidades por los daños del narcotráfico en el mundo, Colombia anunció en Nueva York un decreto presidencial que permitirá a la Policía decomisar cualquier cantidad de estupefacientes en las calles del país. Por Rosana Ordóñez /MiamiDiario La lucha contra las drogas sigue siendo un gran reto en el mundo y más […]

Por Allan Brito
Lucha contra la droga resalta en Cumbre de la ONU
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Mientras Venezuela instó este domingo a Colombia a “asumir” las responsabilidades por los daños del narcotráfico en el mundo, Colombia anunció en Nueva York un decreto presidencial que permitirá a la Policía decomisar cualquier cantidad de estupefacientes en las calles del país.

Por Rosana Ordóñez /MiamiDiario

La lucha contra las drogas sigue siendo un gran reto en el mundo y más en América Latina sometida a fuertes reclamos por los países desarrollados, mientras los consumidores y el negocio se encuentra sobre todo en la veintena de naciones más poderosas del mundo

Desde el auditorio principal del Queen College, el jefe de Estado colombiano, Iván Duque, confirmó que impulsará en el diálogo de la Asamblea General de las Naciones Unidas una regulación a los “precursores químicos”, que permita controlar el comercio de estos elementos para evitar su uso en la producción de drogas ilícitas.

“Decirle al mundo que estamos haciendo un gran esfuerzo pero necesitamos que el mundo nos ayude, especialmente los países que son productores de precursores químicos, para que tengamos todas las órdenes de despacho con total transparencia de manera que no lleguen triangulados esos insumos para producir cocaína”, explicó.

Presidente Maduro emplaza a Colombia

Esfuerzos sinceros y efectivos

Venezuela utilizará la reunión mundial de líderes reunidos en la Asamblea para fustigar a Colombia, su enemigo político en la actualidad. Un comunicado emitido por la cancillería manifiesta la preocupación del Gobierno de Venezuela por el aumento de los cultivos ilícitos en ese país, también se pide a las autoridades colombianas realizar “esfuerzos sinceros y efectivos” para solucionar esta situación, que, “sin duda representa una grave amenaza regional y global”.

Venezuela urge además a Colombia a “hacer buen uso de las ingentes cantidades de dinero que el sistema internacional les ha confiado con buena voluntad para ese fin”.

El patético informe de la ONU

El informe presentado el miércoles por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés) reporta un incremento del 17% al pasar de 146 mil hectáreas en 2016 a 171 mil hectáreas en 2017, lo que muestra la magnitud de este fenómeno que experimenta una subida sostenida desde hace por lo menos cuatro años.

Plantean un nuevo enfoque del problema

Según un trabajo realizado por AFP, Sebastián Forero asegura que mientras los países vecinos están transitando hacia enfoques de salud pública, en Colombia se acaba de anunciar un nuevo proyecto de decreto que retorna a las políticas de represión, mientras países que tenían un enfoque punitivo, como Brasil o Ecuador, avanzan hacia legislaciones más flexibles.

“Alguien tiene que ser el primero”, le dijo José Mujica al diario O Globo de Brasil en junio de 2012, en medio de la Cumbre Río +20, en la que el entonces presidente uruguayo dio a conocer al mundo su propuesta de legalizar la marihuana. Un año y medio después, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en regular desde el cultivo hasta la comercialización. El impulso a la legalización en América Latina se puso en marcha.

Casi cinco años antes, en 2009, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia había lanzado un grito de desesperanza ante el fracaso de la guerra contra el narcotráfico. Así lo plantearon los expresidentes y creadores de esa Comisión Ernesto Zedillo, de México; Fernando Henrique Cardozo, de Brasil, y César Gaviria, de Colombia. A partir de ese momento, su reclamo se hizo global.

Entre Colombia, Perú y Bolivia producían la totalidad de la oferta mundial de cocaína. Mientras el consumo se estabilizaba en Estados Unidos y en Europa, en América Latina continuaba expandiéndose.

A este colapso se llegó luego de que los países latinoamericanos manifestaron por décadas su irrestricto apoyo a la “guerra contra el narcotráfico”, que fue promovida desde la administración de Richard Nixon en Estados Unidos, a inicios de los años 70. Desde esa época se propagó por América Latina un enfoque represivo y prohibicionista que tuvo su auge en los años 90.

Los productores suelen ser la parte débil

De acuerdo con un informe del Colectivo de Estudios, Drogas y Derecho (CEDD) y el centro de estudios Dejusticia, en esa década se desplegó en la región un conjunto de legislaciones para reforzar la visión punitiva del problema de las drogas. En Brasil, por ejemplo, una ley de 1990 consideró los delitos relacionados con drogas como “crímenes hediondos”. Situación similar vivieron países como Argentina, Costa Rica y Ecuador. Este último contó con las penas más duras para el tráfico y la tenencia de estupefacientes, señala el trabajo de France Press

“Hoy existe consenso frente a uno de los efectos que más produce la política de drogas con enfoque represivo y prohibicionista: el impacto en términos de hacinamiento carcelario. En todo el continente, en promedio, los delitos de drogas constituyen la tercera causa por la que más se encarcela a la población. De acuerdo con el CEDD, en los países latinoamericanos en los que imperó el enfoque represivo antidrogas, la población encarcelada por delitos relacionados con el tema se incrementó considerablemente frente a la población carcelaria en general en el período 2000-2015.

Brasil y Colombia los más represivos

En Brasil el porcentaje de encarcelados por drogas se incrementó en un 267 %, frente al 51 % de aumento en la población carcelaria; y en Colombia, aumentó en 289 % frente al 141 % de crecimiento de esta población en general.Lla decisión adoptada por José Mujica en Uruguay, cuatro años después, constituyó el inicio de un cambio de paradigma. Uruguay asumió la regulación completa de la marihuana y así abrió el camino para que otros países al menos pusieran el tema sobre la mesa.

En la actualidad, el cambio en la orientación hacia políticas menos represivas y el peso mayor en el enfoque de salud pública es palpable en países como Ecuador, Argentina o México, cuyas políticas predominantes fueron prohibicionistas. En tales naciones se ha generado consenso en torno al consumo y porte personal como un derecho que atañe únicamente a la esfera individual del ciudadano. De forma simultánea, los usos medicinales y terapéuticos del cannabis ya se permiten en Chile y Paraguay, entre otros.

En síntesis, frente al panorama regional en materia de drogas, el decreto anunciado por el presidente Iván Duque, otorgando facultades a la Policía para decomisar cualquier cantidad de dosis de droga y alucinógenos en Colombia, va en contravía de la tendencia.

Cuando a Pepe Mujica le preguntaron por qué legalizar la marihuana, respondió: “Se trata de robarle el mercado al narcotráfico como mejor manera de combatirlo. La otra vía es: encontramos un cargamento, otro cargamento, otro más y ganamos un montón de batallas, pero él nos gana la guerra”.

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