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¿Qué pasará con la fortuna del financista pedófilo Jeffrey Epstein?

Cuando el financista Jeffrey Epstein murió, dejó un patrimonio con un valor estimado de 600 millones de dólares. Incluía activos financieros, un avión privado y propiedades palaciegas, entre ellas un escondite isleño, una enorme mansión en Manhattan y un rancho de 3075 hectáreas en Nuevo México. Sin embargo, desde entonces, los impuestos, el mantenimiento de […]

Por Allan Brito
¿Qué pasará con la fortuna del financista pedófilo Jeffrey Epstein?
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Cuando el financista Jeffrey Epstein murió, dejó un patrimonio con un valor estimado de 600 millones de dólares. Incluía activos financieros, un avión privado y propiedades palaciegas, entre ellas un escondite isleño, una enorme mansión en Manhattan y un rancho de 3075 hectáreas en Nuevo México.

Sin embargo, desde entonces, los impuestos, el mantenimiento de las propiedades y el almacenamiento con temperatura controlada de su colección de arte —así como 121 millones de dólares en compensaciones para más de 135 mujeres que lo acusaron de abusar sexualmente de ellas cuando eran jóvenes— han rebajado el tamaño de la fortuna de Epstein.

Ahora su patrimonio vale alrededor de una tercera parte de lo que valía cuando el financista se colgó a los 66 años en la celda de una cárcel de Manhattan a la espera de su juicio por cargos de tráfico sexual hace dos años y medio.

El mayor gasto continuo son los costos por trámites legales: hasta ahora, se han pagado 30 millones de dólares a los despachos de abogados que fueron contratados para poner en orden los asuntos de Epstein. Los abogados han ayudado a distribuir compensaciones, liquidar activos y escudriñar las complicadas tenencias de un hombre que alguna vez estableció su propio banco extraterritorial.

El trabajo no acabará pronto. Aún se debe resolver una demanda civil de fraude contra el patrimonio, interpuesta por la fiscal general de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, quien afirma que el financista Epstein usó el territorio para facilitar actividades delictivas, robándole más de 70 millones de dólares en ingresos tributarios. Además, Ghislaine Maxwell, la ex socia de Epstein que fue declarada culpable de tráfico sexual el mes pasado, demandó al patrimonio para recuperar sus honorarios legales.

Los bienes restantes no se administrarán sino hasta que todo eso se resuelva, de acuerdo con los términos de un fideicomiso secreto que Epstein creó y mencionó en un testamento redactado a solo dos días de su muerte.

Los detalles del fideicomiso del financista no son de dominio público, pero Karyna Shuliak, la novia de Epstein y la última persona con quien habló por teléfono antes de suicidarse, será una de las principales beneficiarias, según ya había informado The New York Times. Shuliak, originaria de Bielorrusia, es una dentista que compartía una oficina en la isla de St. Thomas con la empresa de Epstein, Southern Trust Co. Un abogado de Shuliak se rehusó a hacer comentarios.

El acervo hereditario ha pagado 9 millones de dólares a los abogados que crearon y supervisaron el fondo de indemnización para víctimas, y 21 millones de dólares a por lo menos 16 despachos de abogados por servicios y gastos, de acuerdo con una revisión de los estados financieros trimestrales que se declararon para el patrimonio en el Tribunal Supremo de las Islas Vírgenes.

Una víctima de Epstein describió a Little St. James como “la isla de la orgía”

Cinco despachos —Troutman Pepper, Hughes Hubbard & Reed, White & Case, McLaughlin & Stern y Kellerhals Ferguson Kroblin— han cobrado por su cuenta honorarios que exceden el promedio de casi 900.000 dólares que se les otorga a las víctimas a través del fondo de indemnización. El abogado de nueve denunciantes, que presentó reclamos, se mostró en desacuerdo con el tamaño de esos costes legales.

“Es atroz que los abogados que están repartiendo los bienes del financista Jeffrey Epstein se estén beneficiando más que sus víctimas”, declaró Spencer Kuvin, el abogado de Florida, quien ha estado reclamando una indemnización para algunas de las mujeres que acusaron a Epstein desde hace más de una década.

“El fideicomiso que creó Epstein antes de su muerte no se ha pagado y solo se pagará, si acaso, hasta que todas y cada una de las demandas contra el patrimonio hayan quedado resueltas”, declaró Weiner en un comunicado. “La curiosidad del público sobre beneficiarios supeditados que quizá nunca reciban un centavo de ese fideicomiso no puede justificar la violación de sus intereses legítimos de privacidad”.

Los honorarios son tan solo un componente de una larga lista de costos que han ido reduciendo la fortuna que Epstein amasó sobre todo con el asesoramiento financiero y fiscal que brindaba a un pequeño grupo de hombres adinerados. Entre ellos, estuvieron dos multimillonarios: Leon Black, fundador de la firma de capital privado Apollo Global Capital, y Leslie Wexner, fundador de un imperio minorista que otrora incluyó a Victoria’s Secret.

La residencia de Jeffrey Epstein en Manhattan de Nueva York

Ha habido entradas de dinero al patrimonio de Epstein conforme se han vendido algunos bienes: 66 millones de dólares de la venta de las antiguas casas de Epstein en Manhattan y Palm Beach, Florida, aunque ese monto fue mucho menor a sus precios de venta originales. Un avión Gulfstream, una de las tres aeronaves que Epstein poseía, se vendió a finales de 2020 por 10 millones de dólares, unos 7 millones de dólares menos que el valor estipulado en la herencia.

El valor actual del patrimonio es de aproximadamente 185 millones de dólares, y la demanda de las Islas Vírgenes bien podría absorber gran parte de esa cantidad.

 

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