El aspecto del cabello experimenta distintos cambios durante el embarazo debido al aumento de hormonas, como el estrógeno. En esta etapa, el pelo muestra un crecimiento abundante y un aspecto mucho más grueso y sedoso.
Sin embargo, después del parto vienen otros efectos como la caída del cabello, ya que los niveles hormonales bajan a la normalidad.
Lo normal es perder entre 50 a 100 cabellos al día, pero en este período puede incrementar la cantidad. Afortunadamente, existen diferentes técnicas para mantener el cuidado del cabello.
Mantener una buena alimentación
El estado del cabello es un registro de la dieta y la nutrición individual.
La insuficiente cantidad de proteínas en la dieta provoca una disminución en el diámetro del pelo y, en consecuencia, ocasiona un aspecto menos saludable y grueso.
Una alimentación equilibrada que incluya semillas de lino, nueces, pollo, pescado, huevos, entre otros, nutre los folículos pilosos y los hace más fuertes.
Lavar y secar el cabello
Al momento de ducharse, es importante masajear el cuero cabelludo durante 1 minuto para activar la circulación sanguínea, disminuir la ansiedad y calmar la mente.
Los masajes con movimientos rotativos y repetitivos, arrastrándolos hacia el centro de la cabeza, ayudan a nutrir y fortalecer el cabello.
Si necesita secarse, evite utilizar toallas de algodón o poliéster porque pueden quebrar el cabello. En su lugar, priorice las toallas de microfibra o secadores de pelo con gran potencia.
Elija un equipo de 1800 vatios para asegurarse de que tenga mayor potencia de aire. Otra opción es invertir en un secador iónico para usarlo por menos tiempo, lo que significa un menor tiempo de exposición al calor.
Estas secadoras para cabello evaporan la humedad en un 20-25 % menos tiempo, en comparación con los equipos tradicionales. Los iones negativos tienen la capacidad de dividir las gotas de agua más pequeñas, permitiendo que el agua se evapore más rápido.
Usar aceites naturales
Existen numerosos aceites naturales para garantizar que su cabello se mantenga saludable y nutrido. Por ejemplo, aceite de almendras, argán, coco, aceites de café y más.
Además de nutrir el cabello, controla la caída del mismo causado por los cambios hormonales durante el embarazo.
Lo recomendable es evitar aceites capilares que incluyan aceites minerales, ya que se obtienen por destilación de petróleo crudo.
Los químicos pueden ser absorbidos por el cuero cabelludo y circular a través de la sangre, lo que representa un riesgo en el embarazo.
Recorte del cabello
El recorte regular del pelo es importante para mejorar la estructura del mismo.
Previene el adelgazamiento del cabello, evita las puntas abiertas y los bordes dañados. Por lo tanto, hace que luzca saludable y brillante.
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