El nativo de Williamston, Carolina del Norte, hizo historia como el primer jugador en ganar el Cy Young en ambas ligas, con Cleveland en 1972 y San Diego en 1978 poco después de cumplir 40 años.

Perry tuvo marca de 24-16 en su temporada de debut con Cleveland después de 10 años con los Gigantes de San Francisco. Tuvo marca de 21-6 en su primera temporada con los Padres en 1978 para su tercera y última temporada de 20 victorias.

Perry, quien lanzó para ocho equipos de las Grandes Ligas desde 1962 hasta 1983, fue cinco veces All-Star y fue elegido para el Salón de la Fama en 1991.

Tuvo un récord de carrera de 314-255, terminó con 3,554 ponches y usó un estilo de lanzamiento en el que manipulaba las pelotas de béisbol o hacía creer a los bateadores que las estaba manipulando.

Autobiografía

Su autobiografía publicada en 1974 se tituló ‘Yo y el escupidor’ (Me and The Spitter), en la cual reseñó que cuando comenzó en 1962 era el “undécimo hombre en un cuerpo de lanzadores de 11 hombres” para los Gigantes de San Francisco, necesitaba una ventaja y aprendió la bola ensalivada de su compañero de equipo Bob Shaw.

Perry dijo que lo lanzó por primera vez en mayo de 1964 contra los Mets de Nueva York, tuvo 10 entradas sin permitir una carrera y poco después ingresó a la rotación abridora de los Gigantes.

También escribió en el libro que masticaba una sustancia extraña para acumular su saliva y finalmente dejó de hacer el lanzamiento en 1968 después de que la MLB dictaminó que los lanzadores ya no podían llevarse los dedos a la boca antes de tocar la pelota de béisbol.

Según su libro, buscó otras sustancias, como la vaselina, para curar la pelota de béisbol. Usó varios movimientos y rutinas para tocar diferentes partes de su camiseta y cuerpo para que los bateadores pensaran que estaba aplicando una sustancia extraña.

Después de su carrera en el béisbol profesional, Perry fundó el programa de béisbol en Limestone College en Gaffney y fue su entrenador durante los primeros tres años.

Con información de 101Noticias