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Familia rescató a perro con cáncer de ser sacrificado: La mejor decisión de sus vidas

Desde que lo adoptaron comenzó la lucha por salvarlo de la enfermedad que lo afligía.

Por Angel David Quintero
Familia rescató a perro con cáncer de ser sacrificado: La mejor decisión de sus vidas
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Adoptar a un perro es un acto de nobleza y amor hacía los más necesitados. Pero, acoger a un canino adulto y enfermo en una familia es una muestra de valentía que muy pocos están dispuestos a realizar.

Esta historia comienza con Trish Anderson Bauer y su familia, quienes son amantes de los animales. Durante los últimos años, habían criado a cientos de gatos al sur de California. Sin embargo, nunca les pasó por la cabeza tener a un perro, debido a un trauma por un ataque en el pasado.

Pero esta situación cambió debido a otro trauma aún más grave. Trish, quien estaba embarazada, perdió a su bebé en el momento del parto, nació muerta. Lo ocurrido dejó una gran tristeza en la familia y su peor momento fue la llegada de las fiestas de Navidad.

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En Instagram, a las 3 de la madrugada, intentaba escapar del dolor que la consumía, pero no encontraba manera de deshacerse de él. Fue entonces cuando se topó con una publicación que la impactó profundamente: la imagen de un pastor alemán, con los ojos llenos de dolor y derrota, acompañada de las palabras “Voy a morir en esta habitación fría y solitaria”. Así lo recordó según el medio de comunicación Newsweek.

La familia estaba devastada por la perdida de su bebé

La publicación estaba repleta de comentarios ofreciendo ayuda. Pero algo le decía a Trish que tenía que ponerse en contacto con el refugio para adoptar al animal.

“Si no puede encontrar a nadie, podría transportarlo o acogerlo durante 24 horas”, comentó en la publicación. Después de darle al botón enviar, recordó su trauma hacía los perros. Por eso, se dijo a si misma que muchas otras personas estaban dispuestas a ayudarlo y que seguro no la necesitarían.

Pero para su sorpresa, al día siguiente otra publicación rompió su corazón. Decía que Wilbur sería sacrificado si nadie iba a buscarlo. ¿Qué pasó con toda las personas que habían ofrecido ayuda? Al parecer ninguna se interesó finalmente en acudir hasta el refugio para darle una segunda oportunidad.

Cada año 6,1 millones de animales ingresan a los refugios estadounidenses. Afortunadamente, la mayoría son adoptados, pero cerca de 920.000 son sacrificados, según la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA).

Al volver a preguntar sobre él, le dieron muy buenas referencias. Wilbur era conocido por ser sociable con los niños, otros perros y gatos. Además sabía seguir diferentes ordenes.

En ese instante se llenó de determinación y le dijo a su hija de 10 años que la acompañara a buscar al pastor alemán. Llegaron al refugio justo 30 minutos antes de su sacrificio.

“Salió trotando y corrió hacia mi hija como si supiera que hoy no era el día en que iba a morir”, señaló. Además, manifestó que en ese instante todos sus miedos a los caninos desaparecieron.

Lucha por su vida

A los pocos días, lo llevaron al veterinario para cerciorarse de que todo estuviera bien. El especialista trataría una infección de oído y le realizaría un examen de sangre.

familia

Se dieron cuenta de que algo no estaba bien con el nuevo integrante de la familia

No obstante, no pasó mucho tiempo antes de que le diera una desgarradora noticia a la familia, Wilbur tenía un tumor. Sin cirugía, no sobreviviría, pero tampoco recomendaba hacer una porque su peso era muy bajo para resistirla.

“Una parte de mí murió por dentro. Mi hija de 10 años es sobreviviente de cáncer y todo lo que nuestra familia sabe es luchar por vivir”, sostuvo.

La primera tarea, era que subiera de peso durante los próximos dos meses.

“Poco sabíamos que él también nos estaba salvando. Lo llevamos a todas partes y queríamos mostrarle la vida que nunca tuvo. Fue a la playa, escalaba montañas y nos ayudó a elegir el lugar conmemorativo de nuestra hija”, dijo.

Y es que sin darse cuenta, la familia poco a poco empezó a luchar por un motivo. Nuevamente tenían esperanzas y estaban unidos por una causa. Tan solo en un mes ya había recuperado su peso óptimo. Pero al ser un perro de 12 años, había un gran riesgo de morir.

Pasaron grandes momentos juntos durante el proceso

El día más tenso de todos fue el de la intervención quirúrgica. “Todos nos abrazamos esperando la llamada telefónica para saber si sobrevivió o no y si le habían quitado el tumor”, dijo  la mujer.

Hora de la recuperación

Cuando sonó el teléfono, el veterinario les dijo que el perro había sobrevivido. Pero la lucha no acababa allí. Ahora tenían que acompañarlo en su rehabilitación. Asimismo, lo sometieron a nuevos exámenes para confirmar que el cáncer se hubiera ido.

Aunque todos esos momentos la hicieron recordar lo que pasó con su hija mayor, siempre se mantuvo positiva. Por fin cuando la patóloga llamó pudo respirar aliviada. “¡Trish, sus resultados están listos! ¡Está libre de cáncer!”, dijo la especialista.

 

La emoción de la familia fue total cuando recibieron los resultados

“El sentimiento dentro de mí finalizó, sabíamos que él era un miembro de nuestra familia y que lo amaríamos por el resto de su vida”, dijo.

Tras un nuevo comienzo, la familia decidió darle un nuevo nombre. En lugar de mantener el que figuraba en la lista de eutanasia del refugio, Wilbur, optaron por nombrarlo Cooper.

“No podemos imaginar la vida sin Cooper. Y tal vez, solo tal vez, él le demuestre al mundo que cada vida merece ser salvada”, concluyó Trish.

Su vida ha estado repleta de felicidad desde entonces

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