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FDA: reconoce que hay retrasos en las respuestas a la escases de formulas para los bebes

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) reconoció el martes que su respuesta a la escasez de fórmulas para lactantes en EEUU se vio ralentizada por los retrasos en la tramitación de una denuncia y de las muestras de análisis de la mayor fábrica de preparados del país. Relato formal de los factores que llevaron […]

Por Allan Brito
FDA: reconoce que hay retrasos en las respuestas a la escases de formulas para los bebes
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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) reconoció el martes que su respuesta a la escasez de fórmulas para lactantes en EEUU se vio ralentizada por los retrasos en la tramitación de una denuncia y de las muestras de análisis de la mayor fábrica de preparados del país.

Relato formal de los factores que llevaron a la escasez de fórmulas infantiles

El informe de 10 paginas ofrece su primer relato formal de los factores que llevaron a la escasez de preparados para lactantes, que obligó a EEUU a importar millones de libras de fórmula en polvo, reportó NBC News

La revisión se centró en varios puntos clave de la agencia, incluidos los sistemas de intercambio de datos obsoletos, la capacitación y un personal inadecuado.  Además, se revela la poca transparencia de las cadenas de suministro de fórmulas y procedimientos de fabricación.

El comisionado de la FDA, Robert Califf, le comentó a The New York Times en una entrevista que “ si no comprendes cómo encajan todas las piezas en el área de la salud pública generas una crisis o escasez. Aquí hays un problema real. Eso fue lo que sucedió aquí”.

Califf también confeso que la FDA buscará una nueva autoridad para obligar a las empresas a entregar información clave, por otro lado, un defensor de los consumidores dijo que la evaluación no es suficiente para solucionar los problemas.

Otros problemas

El informe de la FDA fue supervisado por un alto funcionario que entrevistó a docenas de empleados de la agencia.

El documento fue elaborado casi ocho meses después de que la FDA cerrara la planta de Abbott en Michigan por motivos de seguridad, lo que supuso un rápido recorte de la producción nacional en el sector de las leches infantiles.

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