Consumo de sal: ¿Cuánto es demasiado?

A todos nos pasa que algún miembro de la familia comienza a manifestar síntomas de tensión alta y tras ir al médico, una de las recomendaciones es consumir menos sal. De repente, ves cómo en tu casa empiezan a cocinar más insípido y por tu cuenta le pones unos toquecitos de sal a la comida. La próxima vez, vuelves a rociar otra pizca de sal a tu plato y así sucesivamente.

Cuando te das cuenta, ya compraste un salero y lo tienes al lado cada vez que vas a comer. La necesidad de la sal se vuelve cada vez más fuerte y no lo puedes controlar. Aunque tus padres, pareja o amigos te digan que puede afectar la salud, tú le restas importancia.

El problema inicia cuando aparecen algunos síntomas de alerta: te provoca beber agua más que antes, se te hinchan los pies y las manos o te duele la cabeza. Aunque hay varias enfermedades que se manifiestan así, un ingrediente en tu cocina podría ser el culpable y lamentamos decirte que puede ser la sal.

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Según la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de las personas en el mundo ingiere de 9 a 12 gramos al día de esta famosa sustancia. Sin embargo, lo normal y lo recomendado son 5 gramos diarios.

¿Cómo saber si te excedes de sal?

El ser humano necesita sodio en el organismo para regular el flujo sanguíneo, contraer las fibras musculares, activar los nervios, entre otras funciones, de acuerdo con el portal de Harvard Health Publishing.

No obstante, cuando nos excedemos en su consumo se presentan diversas complicaciones médicas. Estas señales te pueden servir de alerta para prevenir daños en tu salud:

– Orinar mucho: Al consumir mucha sal, vas a sentir una fuerte necesidad por beber agua. Por ende, las visitas al baño serán más frecuentes.

– Hinchazón de pies y manos: A los riñones se les complica la eliminación de grandes cantidades de sal por lo que empezarás a retener líquido. Esto provoca edemas en las extremidades.

– Dolor de cabeza: El medio de comunicación indica además que la deshidratación por alto consumo de sal puede generar cefaleas o jaquecas.

– Tensión alta: Es el síntoma más común y es el que más se asocia a la alta ingesta de sal. Esto se debe a que cuando los niveles están muy elevados, ocurren alteraciones en los vasos sanguíneos y esto a su vez presiona el corazón.

“El exceso de sodio puede provocar aberraciones en las respuestas hormonales e inflamatorias del cuerpo, lo que puede alterar su respuesta inmunológica, el metabolismo de las grasas y la función renal”, dice un informe del Journal of the American College of Cardiology en el 2020, citado por Harvard Health.

Por todo esto, la sugerencia es mientras menos sal agregues a tus comidas te sentirás más saludable. Pero si sientes una necesidad incontrolable por lo salado, al menos intenta mantenerte en el límite de lo recomendado por la OMS.