¿En mente cerrada no entran moscas? El dicho realmente no es así, pero esta frase te da idea de lo importante que resulta abrir tus horizontes, expandir tu mente, estar dispuestos a cambiar, a ser receptivo.
Por Exilda Arjona Palmer
No se alcanza de la noche a la mañana pero cuando logras incluir este estilo de vida te liberas de muchos pesos y lastres que te atan al suelo y te impiden volar.
¿Cómo lograr abrir nuestras mentes? Te cuento un poco acá:
- Salir de la zona de confort sería el primer paso. Sacar un poco el pie de esa calma, de esa seguridad que nos arropa pero que a veces se vuelve opresiva sin que nos demos cuenta. Lo lograrás haciendo pequeños cambios al principio, hasta que des el salto final.
- Escuchar, este es un don preciado, escucha las proposiciones, las nuevas ideas y esto abarca a la pareja, colegas, a tu jefe. Aprende a ser receptivo.
- Da tu opinión pero con un margen de abertura donde también los demás puedan hablar e intentar convencerte.
- No tengas miedo equivocarte, errar es de sabios, una vez puede salir mal pero no 99 veces, eres dueña de perfeccionar las cosas, está en tus manos.
- No dejes pasar las oportunidades, en muchas ocasiones se dan solo una vez en la vida.
- Aprender a resolver los problemas con una mente abierta, sin prejuicios, buscando el mejor lado, el mejor ángulo para llevar la solución a buen término.
- Tener una mente abierta te va a ayudar a mejorar tus relaciones (de cualquier tipo)
- Derribar barreras culturales e incluso geográficas para entender de una vez que hay que salir del caparazón rápidamente.
- Deja de ser una controladora tenaz, suelta las riendas y aprende a vivir libremente aunque sea en un momento del día.
Abrir la mente tiene muchísimos beneficios, comienza a practicarlo, te digo de buena tinta que no te arrepentirás.
“Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente” Franklin D. Roosevelt