Opinión

María del Carmen Taborcía: Noocracia

La Noocracia es un sistema social y político basado “en la prioridad de la mente humana”; conformado por los que dominan la inteligencia o la razón ideológica, expresiva, científica, técnica, la imagen cinética y el diseño, como una fuerza productiva y un nuevo poder en los sistemas sociales capitalistas y colectivistas avanzados. Por María del […]

Por Allan Brito
María del Carmen Taborcía: Noocracia
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La Noocracia es un sistema social y político basado “en la prioridad de la mente humana”; conformado por los que dominan la inteligencia o la razón ideológica, expresiva, científica, técnica, la imagen cinética y el diseño, como una fuerza productiva y un nuevo poder en los sistemas sociales capitalistas y colectivistas avanzados.

Por María del Carmen Taborcía

La palabra deriva del griego “nous”, que significa mente o intelecto y “kratos”, autoridad o poder.

No sería el reinado del rey-filósofo como lo pensaba Platón (sofocracia), y tampoco un gobierno de científicos; sino el poder de la inteligencia colectiva con una base institucionalizada de manera científica.

El reciente conocimiento de los ecosistemas y el impacto humano en la biosfera han conducido a un vínculo entre la noción de sostenibilidad y la co-evolución, además de a la armonización de la evolución cultural y biológica.

En este contexto, el sistema político resultante sería referido como Noocracia. Esta se considera como el sistema político del futuro para toda la raza humana, sustituyendo a la democracia y a otras formas de gobierno.

La Noocracia tiene una parte de tecnocracia, cibercracia y ciencia. Modernamente, la Noocracia funcionaría de la siguiente forma: Estaría exenta de partidos, existiría un consejo de sabios, rotatorio, constituido por los mejores especialistas del mundo en todas las disciplinas.

Para tomar una decisión los ordenadores calcularían probabilidades de triunfo o fracaso del aspecto a tratar, informarían a los sabios y estos lo expondrían a votación en referéndum a través de Internet, esta sería la parte de cibercracia, que permitiría realizar referéndums diarios a través de la Red. E, incluso, que todos los ciudadanos hiciesen proposiciones de ley.

En resumen, se trata de un sistema que no precisa partidos ni políticos, que promueve el pensamiento crítico de los ciudadanos y sus proposiciones. Elimina todo partidismo, la idea de derechas e izquierdas, prescinde de políticos y corrupciones. Escucha al pueblo en sus proposiciones, las somete a análisis informático, a conclusiones del consejo de sabios, y finalmente se refrendará a través de votaciones en la Red.

Algunos pensadores aventuran que el sistema democrático ha tocado fondo y estamos en la degeneración de las democracias. Las sociedades permiten que lleguen a los gobiernos personas cuyos méritos desconocen y , sin embargo, ponen en sus manos grandes decisiones y competencias que no les corresponde.

Esto sería impensable en otros ámbitos: en una empresa, en un proyecto de ingeniería, en el deporte. Justamente sucede lo contrario en política, no se busca la excelencia, se eligen individuos sin méritos, nulas experiencias, dudosos antecedentes, manchadas hojas de ruta, para que decidan sobre nuestras vidas.

¿La Noocracia puede ser viable? ¿Es una alternativa a las pseudodemocracias actuales? ¿Cómo y quiénes elegirían a los expertos?

Sería requisito indispensable que los individuos se eduquen, se cultiven, se alejen de fanatismos y ahonden en el pensamiento crítico.

@taborciamaria

María del Carmen Taborcía es abogada y escritora  argentina, con estudios en comercio exterior y mediación. Ha sido docente universitaria y conductora y moderadora de programas radiales en su natal Buenos Aires. Es la autora de Poesía en los Tilos entre otros libros.

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