Opinión, Vida saludable

Mariela González Tovar : Cáncer de piel

El cáncer es una enfermedad epidemiológicamente muy importante y cualitativamente temida por la sociedad. El cáncer de piel es la forma más común de cáncer; los tres tipos principales de cáncer de piel son el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas, que tienen altas posibilidades de curación, y el tipo más grave que es […]

Por Allan Brito
Mariela González Tovar : Cáncer de piel
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

El cáncer es una enfermedad epidemiológicamente muy importante y cualitativamente temida por la sociedad. El cáncer de piel es la forma más común de cáncer; los tres tipos principales de cáncer de piel son el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas, que tienen altas posibilidades de curación, y el tipo más grave que es el melanoma maligno.

Por Mariela González Tovar PhD

La exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol parece ser el factor ambiental más importante en la aparición del cáncer de piel. Las medidas para protegerse del sol pueden prevenir el cáncer de piel si se aplican de forma constante. Los rayos UV procedentes de fuentes artificiales de luz, tales como las cámaras o camas de bronceado y las lámparas solares, son tan peligrosos como los rayos del sol, por lo que también deben evitarse.

Aunque tanto el bronceado como las quemaduras de la piel pueden aumentar el riesgo de que una persona contraiga cáncer de piel, la mayoría de las personas no se protegen de los rayos UV de forma constante. En 2018, la Sociedad Americana contra el cáncer, señaló que aproximadamente 7230 estadounidenses perderían la vida en 2019 a causa del cáncer de melanoma. Por lo anterior, es necesaria la promoción de programas preventivos que ayuden a la reducción de la mortalidad por esta causa; pero ¿cúal sería el primer paso para lograrlo?, primero que nada, divulgando información sobre la importancia de minimizar la exposición a los rayos ultravioleta, por medio de las siguientes acciones:

  • Establecimiento de políticas que reduzcan la exposición a la radiación ultravioleta.
  • Manteniendo un medio ambiente que facilite la protección solar.
  • Impartiendo educación sobre salud a estudiantes de los distintos niveles (primaria, secundaria y universitaria).
  • Promoviendo la participación de las comunidades en general.
  • Capacitando a los profesionales de la salud en el tema del cáncer de piel.

Al existir una estrecha relación entre estilos de vida y ciertos hábitos con la aparición del cáncer. La intervención psicológica a nivel de prevención primaria está orientada al cambio de estos patrones de conducta por otros más sanos, mediante la promoción de recursos personales en la persona, que hagan posibles dichos cambios. Esto se debe de iniciar desde edades muy tempranas, por ello los programas de prevención deben de incluir intervenciones en escuelas que fomenten factores protectores hacia el cuidado de la piel y así permitan un cambio de actitud y conducta hacia el sol.

Como muchos de los niños imitan conductas de sus padres, es necesario que las intervenciones lleguen a la comunidad en donde se encuentra ese niño, con la intención de lograr una influencia completa en él, por medio de modelados y rol playing. Por esto, la educación en los cuidados del cáncer no sólo queda en las escuelas, es necesario llevarlos a otros campos, como por ejemplo en lugares recreativos o de turismo donde se incrementen los factores protectores en cuanto a actitudes, pensamientos y conductas hacia el cáncer de piel; por medio de la participación de instructores o de salvavidas que incentiven el uso de bloqueadores solares y hablen acerca de los horarios más convenientes para tomar sol o sencillamente para realizar actividades al aire libre.

Para esto es necesario tener en cuenta lo siguiente:

  • Las actitudes, creencias y comportamientos relacionados al cuidado de la piel.
  • Los conocimientos que tienen las personas acerca del cáncer de piel.
  • El aporte de información acerca del cáncer de piel.
  • El entrenamiento de comportamientos protectores que eviten la aparición del cáncer de piel.
  • El entrenamiento a profesionales tales como maestros, salvavidas y profesionales de la salud con relación al tema del cáncer de piel.
  • La necesidad de realizar campañas que involucren a la comunidad para lograr un medio ambiente que facilite la protección solar, y que sean promovidas a través del “mercado social” usando publicidad en radios, televisión y periódicos.

Aunque cualquier persona puede contraer cáncer de piel, algunas personas son más vulnerables, es así como igualmente, hay que tener en cuenta en los programas preventivos los factores de riesgo, entre los que se encuentran:

  • Antecedentes familiares de cáncer de piel.
  • Exposición crónica al sol.
  • Residir en áreas que están expuestas todo el año a una luz solar intensa.
  • Estar largo tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o diversión sin protegerse.
  • Antecedentes de quemaduras de sol en los primeros años de vida.
  • Presencia de ciertos tipos de lunares o de numerosos lunares.
  • Antecedentes personales de cáncer de piel.
  • Pecas que indiquen sensibilidad al sol y daño solar.
  • Personas con el sistema inmunológico debilitado.

Algunas tareas para tener en consideración al querer prevenir la aparición del cáncer de piel son las siguientes:

  • Evitar una intensa o prolongada exposición al sol, intentando no exponerse en horas en las que la radiación solar es mayor.
  • Utilizar materiales que protejan aquellas zonas más delicadas, como es el uso de sombreros, de lentes que absorban los rayos ultravioletas de un 99 a un 100 por ciento, o utilizar telas adecuadas para cubrir la piel.
  • Utilizar bloqueadores solares que reduzcan el peligro de la exposición.
  • Evitar el uso de las cabinas y las lámparas bronceadoras.
  • Ingerir muchos líquidos para compensar la pérdida de líquidos debido a la exposición solar.
  • Acudir al médico al observar que un lunar ha cambiado de aspecto o que sangra.

El cáncer de piel es relativamente fácil de ser tratado siempre y cuando se diagnostique en sus fases iniciales; la detección precoz aumenta las probabilidades existentes de superar la enfermedad, razón por la que debe de prevenirse.

Para finalizar quisiera dejar un enunciado de la Fundación Argentina del Cáncer de Piel, que invita a reflexión en este tema de la Promoción de la Salud y la Prevención de la Enfermedad

Convencerse y procurar convencer al prójimo que la “Cultura del Bronceado” puede y debe modificarse. Se pueden modificar los hábitos y costumbres respecto al sol, sin provocar temor, porque CUIDAR LA PIEL ES CUIDAR LA SALUD.

Psicólogo Clínico

[email protected]

Otros artículo de esta sección

Mariela González Tovar: El efecto emocional de la ingesta alimentaria

Mariela González Tovar: Trastorno de estrés postraumático, un mal que es real

Mariela González Tovar: Ámbito de aplicación de la psicología de la salud

Relacionados