Tokio 2020: así entrenaba Marcell Jacobs antes de convertirse en campeón olímpico

El atleta italiano nacido en Estados Unidos se convirtió en el deportista más veloz de Tokio 2020 al superar los 100 metros de atletismo masculino en tan solo 9.80 segundos. Su rendimiento en las olimpiadas es el resultado de un entrenamiento que abarca años de preparación.

Tokio 2020 se convirtió en la esperanza de muchos deportistas que buscan dejar huella en la historia del deporte. Personajes como el mexicano Alexis Vega y la española Teresa Portela, se convirtieron en símbolo de sus respectivos países por sus logros obtenidos en el torneo. El mismo caso ocurrió con Marcell Jacobs, quien sorprendió al mundo entero al obtener el oro en los 100 metros masculinos al concluir con 9.80 segundos, superando al estadounidense Fred Kerley (9.84) y al canadiense Andre de Grasse (9.89).

Como todo deportista buscando la gloria, los logros representan un entrenamiento disciplinado durante años y Marcell no fue la excepción. Luego de su victoria, en las redes sociales se hizo viral la rutina de entrenamiento que seguía: correr tras una campana cargada por un auto para evitar el viento y así alcanzar el pico más alto de
velocidad. Algo fuera de lo común del promedio de atletas que siguen una rutina a base de ejercicios desarrollados en máquina elíptica por sus beneficios tonificadores de músculo y un recorrido con pesos que aumenta eventualmente la velocidad.

El equipo italiano fue el encargado de construir la campana que creaba algo similar a un rebufo, pero con los atletas. Durante el entrenamiento de Marcell, la campana era cargada por un auto mientras que el corría dentro de ese espacio. Su desenvolvimiento era controlado por varias cámaras colocadas dentro del objeto, permitiendo a su coach, Paolo Camossi, corregir algunos aspectos de la rutina.

Un pasado tormentoso

A pesar de sus grandes logros que han dado la vuelta al mundo, el nuevo campeón olímpico de 100 metros enfrenta otra dura batalla en el ámbito familiar, pues no conocía quien era su padre ni recuerda haberlo visto nunca en sus 26 años de vida.

Su madre, Viviana Massini, conoció a su padre, Marcell Jacobs Sr., cuando era un militar estadounidense establecido en la base italiana de Vicenza. Poco tiempo después, la pareja se casó y se mudaron a Texas, donde tuvieron su único hijo juntos, sin embargo Jacobs Sr. fue reubicado a Corea del Sur y Viviana regresó a Italia, marcando el fin de la relación.

Luego de ganar la medalla de oro, Marcell Jacobs sorprendió al mundo al afirmar que pasó toda su vida sin ninguna figura paterna hasta hace poco, pues gracias a terapias ha perdonado a su padre y retomó el contacto con él a través de mensajes por Facebook