A un año de la muerte de Aretha Franklin: su música sigue más viva que nunca

La Reina del Soul es recordada también por su influencia en la lucha por la igualdad en la sociedad, debido a que provenía de descendientes directos de esclavos.

Por Redacción MiamiDiario

Este viernes se cumple el primer año de la muerte de la cantante estadounidense de Soul, Aretha Franklin, quien falleció durante el pasado 16 de agosto de 2018 en su apartamento, producto de un cáncer de páncreas que no pudo superar. Tenía 76 años de edad cuando todo ocurrió.

Considerada por muchos conocedores del género como “Queen of Soul” (La reina del soul), debido a la influencia musical que dejó en varios artistas que seguían su música, siendo esta una de las máximas exponentes no sólo en los Estados Unidos sino también a nivel mundial, con reconocidas canciones como Respect, I Saw a Little prayer, Think, (You Make Me Feel Like) A Natural Woman o Chain of Fools, según un listado realizado por La Vanguardia.

Sin embargo un dato curioso y que siempre fue de conocimiento público es el hecho que Franklin inició su carrera en el canto, haciendo coros religiosos para una iglesia Bautista de Detroit junto a sus hermanas Carolyn y Erma. La misma había sido fundada por su padre, quien era predicador y además fue muy cercano a Martín Luther King.

La cercanía de su familia con este importante personaje norteamericano y luchador de los derechos de los afroamericanos hizo que también parte de los “Franklin”, quienes según ABC eran descendientes directos de esclavos, comenzaran a pegarse a este movimiento, por lo que sus inicios como solista no fueron del todo fáciles y tenía que realizar sus presentaciones en algunos albergues o lugares específicos donde personas de raza negra pudiesen estar.

Pero a medida que su popularidad iba subiendo, las cosas fueron cambiando y fue así como (ya con la espina del racismo un poco menos profunda), comenzó a ganarse el corazón y el cariño de todos los norteamericanos, incluidos a varios presidentes de los Estados Unidos, quienes la contrataban para distintos eventos, llegando a abrir incluso las puertas de La Casa Blanca, donde llegó a cantarle a reyes y otros mandatarios internacionales, por lo que es además catalogada como un símbolo de reconciliación social.

Mientras que en su vida personal no tuvo tanta suerte en el amor, divorciándose par de veces y teniendo dos niños antes de los 15 años, en 1955 y 1957, respectivamente, mientras que años más tarde (1964 y 1970), tuvo los dos últimos.