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Conozca al joven venezolano que se hizo viral en las redes por llevar delivery en plena inundación

Arturo Guillén es un venezolano que trabaja como repartidor en Panamá. Su temple, convicción y ganas de trabajar no le impidieron llevar un pedido en plena inundación en ese país, motivo por el cual se hizo viral en las redes sociales, según difundió eldiario Por Redacción Miami Diario Nada impidió que el joven cumpliera con […]

Por Allan Brito
Conozca al joven venezolano que se hizo viral en las redes por llevar delivery en plena inundación
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Arturo Guillén es un venezolano que trabaja como repartidor en Panamá. Su temple, convicción y ganas de trabajar no le impidieron llevar un pedido en plena inundación en ese país, motivo por el cual se hizo viral en las redes sociales, según difundió eldiario

Por Redacción Miami Diario

Nada impidió que el joven cumpliera con su trabajo. Un dato a considerar es que el aguacero solo dejaba ver el bolso verde que lo identificaba como repartidor. En ningún momento se detuvo cuando decidió trabajar a pesar de las tormentas que se precipitan sobre la ciudad de Panamá.

Durante una entrevista para El Diario, el joven indicó que «soy ingeniero mecánico graduado con honores de la Universidad de Carabobo», dice Guillén al presentarse En la foto que se hizo viral en las redes sociales sociales, lucía un poncho (abrigo) y un casco de motocicleta rojo. Detrás de sí llevaba su sustento: la maleta verde con la que trabaja haciendo delivery en ese país. Él asegura que está acostumbrado a una vida de estrecheces y al ser testigo de la violencia constante en Venezuela decidió emigrar hace tres años.

Agregó que fue a Panamá cuando empezaron los problemas en el país. “Trabajo como repartidor desde junio del año pasado, pero nunca me había pasado algo como lo que pasó el viernes. Cuando vi que el agua estaba muy alta decidí entregar igualmente el pedido. La persona que lo tenía que recibir estaba muy confundida porque no entendía cómo había llegado ahí con la lluvia”.

El joven venezolano indicó que con la expansión de los casos de Covid-19 los pedidos fueron en aumento y las horas de trabajo se multiplicaron. A esto se le sumó la amenaza de lluvia constante y la cuarentena. Pero, a pesar de esto, Arturo decidió salir para cumplir su trabajo, completar las entregas y volver a confinarse en su hogar.

Y es que Guillén recibe al menos 10 dólares cada tres semanas para comprar artículos de higiene en UberEats, una de las empresas para las que trabaja. Agrega que otra compañia, Appetito24, le ofrece a sus trabajadores guantes y tapabocas cada vez que los repartidores acudan a la oficina.

El día de la inundación Guillén recuerda que se preparó para lo que se avecinaba a partir de los pronósticos del clima. Lluvias fuertes caerían sobre la ciudad. Su poncho, su casco y su tapaboca estaban en su bolso. Su turno había comenzado cuando recibió una alerta en su celular: le avisaba que había que recoger un pedido cerca de su ubicación. Eran las 2:00 pm cuando llegó a la residencia donde había que entregar los productos, pero la lluvia había desaparecido las calles.

El agua le llegaba más arriba de la cadera. Él caminó a ciegas. No sabía con qué se podía encontrar mientras intentaba pisar fuerte con la intención de encontrar la sensación de un piso. Lo único que lo identificaba era la maleta verde de UberEats.

Detalló que “ese día tenía que completar todos los pedidos porque quería ganarme una bonificación. Yo vi que todo estaba inundado. Sabía que podía parar, pero decidí entregarlo. La persona me estaba esperando abajo y, de lo mojado que estaba, le pedí que sacara el pedido del bolso”.

Lo cierto es que solo transcurrieron dos horas para que la foto de Guillén caminando y haciéndose paso en el agua se hiciera viral en las redes sociales. Una cuenta de Instagram de venezolanos en Panamá publicó la fotografía que recibió centenares de felicitaciones por lo que había hecho. “Como a las 5:30 pm un señor me detuvo y me preguntó si era el de la foto. Me alegré mucho y se la mostré a mi familia”.

Vale destacar que Guillén es uno de los integrantes de este grupo de trabajadores silenciosos que continúa llamando a las puertas en tiempos de confinamiento. Están sobreviviendo en las calles desoladas. Los describen ataviados con guantes, mascarillas y botellas con alcohol que cuelgan en sus medios de transporte. No tienen miedo de salir. Les da más temor quedarse en casa y no producir. Arturo agradece el apoyo de cada una de las personas que lo felicitó, confiesa que, por unos minutos, tantas palabras de aliento lo hicieron sentir en casa.

Con información de: eldiario

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